Otoño en la Laguna del Cañizar
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LA LAGUNA DEL CAÑIZAR
(La laguna oculta)
Por Chusé María Cebrián Muñoz.
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Resulta sorprendente las escasas o nulas referencias históricas a este humedal, por otra parte y como ya se suele señalar, uno de los más extensos de España. La Laguna del Cañizar de Villarquemado está llamada a ser, por su riqueza natural, uno de los espacios ecológicos más importantes de Aragón y aún de la España interior. En el “Catálogo limnológico de las balsas y lagunas de la provincia de Teruel” editado en la revista “Teruel” del IET, nº 73 enero-junio de 1985, no aparece este humedal. Sin embargo, en este mismo estudio y en Villarquemado, sí que se cita la “Balsa de Dueña Sola” 30T XK 868 517. Veamos, ahora, lo que dice el diccionario Madoz (1845-1850): … “pasa por el pueblo la acequia llamada del Cando, procedente del río Cella, de cuyas aguas beben los vecinos y riegan unas 4,000 fanegas de tierra. Tiene el TERRENO las precitadas tierras de regadío y 2,000 de secano en prados, y 4,000 incultas.” Quizás estos datos ya nos den una pista de una laguna que, a pesar de que en el siglo XIX se pone tanto interés por desecar humedales, ya que se les consideraba foco de enfermedades, no se cita explícitamente. Hoy día el común de las gentes se sorprende de la existencia de esta laguna que está siendo muy visitada y que es foco de atracción de las Grullas (otro aliciente).
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Los romanos empezaron la vía de Cesaraugusta a Laminium en la puerta Cinegia de la capital del Ebro. Siguieron por el valle de “a Uerba” hasta Muel donde construyeron una presa en dicho río (sobre la presa hay hoy una ermita, y en ella, unas pinturas de Goya en las pechinas). Pasado Muel cambia la calzada romana de río (como lo hace la autovía) y va a parar al río Frasno, afluente del Jalón, que también sufre endorreísmo y prácticamente se agota en la Virgen de Lagunas. Por Encinacorba, la vía romana, atraviesa el Puerto del Alto de San Martín y deja atrás el valle del Ebro. Vuelve de nuevo la calzada al valle de “a Uerba” para seguidamente llegar a Luco, que tiene un puente romano, Caminreal donde se puede visitar la importante ciudad celtibero-romana de La Caridad, Monreal con los Ojos de Gilo, Villafranca con otra presa romana y, finalmente, atravesando la Laguna del Cañizar, llega a Cella. Cuando los romanos llegan a Cella no sabemos si ya estaba aflorado el famoso pozo artesiano, pero esta zona es de abundante agua. Aquí realizan una de las obras de ingeniería más importantes de la Península, que no es otra que el famoso Acueducto Romano Albarracín-Cella. Este acueducto, que es el de mayor longitud en Hispania, tenía como finalidad, no el riego, sino la fuerza motriz y estaba destinado a mover molinos harineros colocados en serie. Hay que señalar que los romanos no tuvieron como objetivo el llevar más agua a Cella, por el contrario, ellos trataban de regular la que tenían. A tal efecto construyeron una presa en Villafranca del Campo, todavía visible, geográficamente aguas abajo de la Laguna del Cañizar. Conociendo la zona puede afirmarse que la laguna en época de lluvias torrenciales rebosaría. Las primeras noticias que tenemos sobre el pozo artesiano, ahora famosa Fuente, son del siglo XIII. Antes, a finales del siglo XII, concretamente en el año 1175, Alfonso II concede los Fueros de Teruel, a la villa, y a su Comunidad de Aldeas. En estos fueros se organiza el territorio pos Sesmas y una de estas Sesmas es la de “río Cella”. “Su estructura actual, con la ermita y el pretil de cantería, procede del año 1729 y es obra del ingeniero italiano Ferrari”. Conviene señalar estos datos numéricos para en un futuro poder determinar la apertura del cauce del río Cella (que nosotros desconocemos) inmerso en la cuenca del Jiloca. A pesar de los drenajes que sufrió la Laguna del Cañizar durante siglos y siglos, siempre supuso, su existencia, una molestia para los habitantes de Villarquemado. Un reportaje fotográfico sobre esta extraordinaria laguna lo publicamos hace un tiempo en el blog “Cuadernos de Encinacorba”. Para verlo poner en google: “LAGUNA DEL CAÑIZAR EN CUADERNOS DE ENCINACORBA”
Invierno en la Laguna del Cañizar (Foto de Pedro Rubio)
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